¿Cómo pasar las vacaciones con niños y no morir en el intento?

¿Cómo pasar las vacaciones con niños y no morir en el intento?

Estamos en plenas vacaciones, los niños necesitan descansar del colegio y divertirse, pero no podemos olvidar que los padres también lo necesitan. En vacaciones, el reto es plantear un plan de actividades que entretenga y divierta a todos, que los niños no cojan malos hábitos y que cada uno mantenga su espacio placentero.

En este post explicaré como gestionar estas épocas deliciosas, pero, en ocasiones, también agotadoras.

Horarios

Los horarios de levantarse, de comer y acostarse inevitablemente se vuelven más caóticos, un poco de desorden no viene mal de vez en cuando, nos hace más flexibles, pero los niños no deben distanciarse del horario habitual más de dos horas. Es decir, que si estos se suelen levantar en invierno a las 8:00, comen a la 13:00 y duermen a las 22:00, no deberían levantarse más tarde de las 10:00, comer más tarde de las 15:00 y acostarse más tarde de las 12:00. Esto hay que flexibilizarlo según las edades. Cuanto más se acercan a la pubertad, más se puede extender el horario.

Comidas

En cuanto a la alimentación, es normal realizar comidas y cenas más informales, pero no se debe de abusar del “fast food,” pizzas, hamburguesas, helados, etc. Hay que tener en cuenta que los azúcares son excitantes para los niños. El consumo excesivo de esta sustancia o por encima de lo habitual, puede alterar su comportamiento, debemos tener en cuenta que la dieta influye en el estado del ánimo. Preparar un menú divertido, incluso involucrarles en la elección y elaboración puede ser una actividad agradable y apetecible, además de educarlos en cuestiones fundamentales para la vida independiente (el nombre de los alimentos y utensilios, cuestiones de seguridad en los fogones u hornos, pequeños trucos de cocina, cómo limpiar y recoger la cocina después de cocinar, ordenar la compra, etc.).

Tareas del hogar

Hay que hacer comprender que todos estáis de vacaciones y que es preciso compartir las tareas. Algunas tareas pueden ser recoger sus juguetes, hacer su cama, incluso ayudar a poner lavadoras o tender (aunque sea solo colocar las pinzas o sacar las prendas de la lavadora o incluso separar la ropa por colores. Estas tareas se adaptarán dependiendo de la edad y explicándolo de forma divertida. Os aseguro que ellos se sentirán muy satisfechos de su trabajo y vosotros muy orgullosos de ellos.

No olvidéis reforzar lo bien que lo hacen y lo mucho que están ayudando. Incluso si se equivocan, habrá que explicárselo con mucho cariño y buen feedback, expresiones del tipo “te voy a enseñar otra forma de hacerlo que funciona mejor porque…”. Conviene ir variando, si se repite mucho una actividad, pueden caer en el aburrimiento, por eso es bueno ir rotando las actividades por los distintos miembros de la familia. 

Actividades juntos

Es el momento de plantear excursiones juntos. Hacer tirolina, ir a un parque acuático, hacer excursiones por el campo, dar un paseo en bicicleta o incluso disfrutar de un simple picnic que habéis preparado entre todos. Las actividades en la naturaleza son las actividades que más recuerdan los niños cuando se hacen mayores. También se puede disfrutar en la playa, saltar olas, hacer castillos, recoger piedras para después hacer una manualidad, son actividades que gustan a los niños. No obstante, deben aprender a divertirse entre ellos y dejar un espacio para los padres, lo mejor es explicar desde el principio los tiempos para cada cosa, así evitamos que estén realizando demandas todo el tiempo .

Actividades separados

Os recomiendo encontrar huecos para diversión de los adultos, salir a cenar, quedar con amigos, disfrutar de un relajante día de playa. Es mejor que busquéis esos espacios para vosotros solos aunque sean pocos, que intentar llevar a los niños a restaurantes que no les interesan y estresan a todos. No digo que no se deba hacer una cena o comida en familia en un restaurante, pero recordad que no suele ser una actividad que les gusta a los niños y que a fin de cuentas, consume gran parte de los ahorros de las vacaciones. Sale más barato contratar un canguro que el coste de la consumición en el restaurante.

Aprender algo nuevo

Analizar todos los días qué habéis aprendido nuevo ese día. Puede ser algo que tenga que ver con la cocina, o haber hecho algo de jardinería, montar en bici, nadar o aprender un nuevo estilo de natación, tirarse de cabeza, probar un alimento nuevo… Enseñad a los niños del valor de descubrir cosas, a ser curiosos, esto les hará ser más atrevidos y a vencer sus miedos.

Buscar un espacio para relaciones bilaterales

A veces con las rutinas diarias, se establecen relaciones de todos con todos. Tener un espacio de relación de uno a uno es muy bueno, favorece la comunicación, les hace sentirse especiales y es posible que descubras cosas que habitualmente no se cuentan en grupo. Esto mejorará la convivencia familiar en casa.

Situaciones de crisis

Es habitual que por el cansancio, alteración de horarios o simplemente para buscar los límites, los más pequeños tengan alguna rabieta. Os invito a leer el post sobre rabietas, creo que os puede ayudar. También es posible que con tanta convivencia estalle algún conflicto, lo primero que tenéis que tener en cuenta es que los conflictos son normales, ya que se está conviviendo más tiempo que lo que es habitual y se están estableciendo límites. Os recomiendo que no perdáis los nervios, si os notáis muy alterados, tomad distancia hasta que todo el mundo esté más calmado y hablarlo con tranquilidad, sin reproches pero expresando como nos hace sentir determinadas situaciones, palabras o costumbres.

También es habitual las discusiones entre hermanos, hay que dejar que resuelvan ellos sus propios conflictos, no tomar partido e intentar darles algunas herramientas para que lo solucionen (enseñarles a llegar a acuerdos donde todos ceden, a empatizar con el otro o incluso alguna técnica que podéis encontrar en internet como de “economía de fichas)”.

Si consideráis que determinado comportamiento merece un castigo, os recomiendo que les encomendéis alguna tarea que no les guste pero de la que puedan aprender, esto es preferible a quitarles cosas placenteras. En cualquier caso los castigos deben ser justos y deben poderse cumplir. Plantear un castigo en caliente nos puede llevar a que sea desproporcionado, nos arrepintamos y al final no se cumpla en su integridad. En estos casos, os recomiendo que les informéis que esa conducta va a tener unas repercusiones y que las vais a pensar. Posteriormente le explicamos lo que ha sucedido por qué consideráis que esto merece unas consecuencias y en qué van a consistir. Esto os dará tiempo a poneros de acuerdo, a que sea más proporcionado y fácil de cumplir. No obstante, recordad que se aprende mejor por refuerzos que por castigos.

Últimas recomendaciones

Por último, algunos consejos generales:

1.- Relaja las normas, pero mantén ciertos límites

2.- Realiza una plan de actividades que podáis hacer juntos

3.- Pasa de un estilo educativo menos jerarquizado a más democrático

4.- Busca espacios de relación juntos, pero también bilaterales y personales

Blanca Alcanda, Gabinete de Psicología.

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