La espiral positiva de la felicidad
El bienestar, además de ser el resultado de un funcionamiento psicológico bueno, también es, a su vez, la causa de buenos resultados, de tal modo que determinadas circunstancias o actividades producen bienestar y sentirse bien ayuda a conseguir la felicidad. Hoy hablamos de la espiral positiva de la felicidad.
Existe una correlación positiva entre buenos resultados en la vida (buenas relaciones conyugales, mayor apoyo social, mayor éxito profesional, mejor empleo, mejor salud física) y la felicidad. A su vez, la felicidad favorece que estos factores se desarrollen mejor. Así alguien feliz toma decisiones más acertadas, está más motivada en el trabajo, es mejor pareja, es más amable, disfruta del ocio, etc. y por lo tanto es fácil que consiga mayor sensación de bienestar.
Las emociones positivas son especialmente importantes en edades avanzadas, cuando el riesgo de enfermedad y mortalidad se incrementan y el funcionamiento endocrino e inmunológico es más deficiente, lo que es una explicación bastante plausible si tenemos en cuenta los mecanismos fisiológicos mediadores entre bienestar y salud.
¿Qué estrategias podemos utilizar para mejorar el bienestar?
- Cambiar la forma de pensar y afrontar los problemas de forma diferente.
- Mejorar las relaciones interpersonales y ayudar a los demás.
- Implicarnos en metas significativas.
¿Qué actividades concretas podemos hacer para cambiar la forma de pensar y afrontar los problemas de forma diferente?
- Detenernos a pensar en las cosas buenas del día, focalizándonos en los aspectos positivos para tomar conciencia de ellos.
- Emplear nuestras habilidades en la hora de afrontar los retos, como consensuar, tolerar, utilizar el humor, mostrarnos entusiastas, ser agradecidos, valientes y auténticos, a veces se nos olvidan nuestras propias fortalezas.
- Visualizar nuestro mejor yo.
- Extraer lo positivo de las experiencias negativas, por ejemplo, lo que hemos aprendido.
- Dar un significado positivo a las cosas cotidianas, no esperar grandes acontecimientos para sentirnos feliz.
¿Qué actividades podemos hacer para favorecer las relaciones interpersonales?
- Reconocer y expresar gratitud.
- Practicar la amabilidad.
- Ser más empáticos.
- Ser tolerantes a los fallos de los demás.
¿Cómo podemos mejorar nuestra implicación en metas significativas?
- Orientarnos a nuestros valores: intereses, necesidades propias y no impuestas por la presión social interiorizada.
- Que las metas sea un reto pero no sean demasiado difíciles.
- Que las metas se planteen como objetivos a conseguir y no como objetivos a evitar ejemplo: “quiero mejorar la relación con mi hijo” en vez de “no quiero discutir con mi hijo”.
¡Entremos en la espiral positiva de la vida, se puede!
Blanca Alcanda, Gabinete de Psicología.
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