El logro de la felicidad es un objetivo humano universal

El logro de la felicidad es un objetivo humano universal

Podríamos definir la felicidad como una sensación de bienestar positivo. Es una experiencia subjetiva relacionada con cómo la persona percibe e interpreta su realidad. El ser humano es un organismo complejo con una fuerte tendencia a establecer metas y propósitos, y tratar de conseguirlos. Las metas básicas de todo ser humano son: permanecer vivo, obtener el mayor bienestar posible y evitar el malestar. El resto de las metas se derivan de estas básicas. Por lo tanto, el logro de la felicidad es un objetivo universal.

El mayor bienestar no es el que se deriva de la experiencia de emociones muy intensas, si no el que proviene de experimentar emociones positivas frecuentemente aunque estas sean de intensidad baja o media. Verdaderamente, los momentos positivos muy intensos son muy raros incluso en las personas felices. La gente feliz experimenta emociones positivas moderadas, durante la mayor parte del día, estando solas o acompañadas. Buscar lo sublime en el trabajo, en las relaciones sentimentales, en el desempeño social, etc. está abocado al fracaso e incluso puede producir que se consigan resultados contrarios a los buscados porque las experiencias positivas muy intensas pueden convertirse en puntos de referencia con los que comparar otras experiencias. En definitiva, el bienestar se produce por la predominancia de las emociones positivas sobre las negativas.

Las emociones negativas son también necesarias y útiles como por ejemplo, sentir pena después de una pérdida o ira después de una injusticia. Se podría decir que el malestar es necesario, nos alerta de que necesitamos actuar o cambiar, esto nos ayuda a progresar. 

¿Cuáles son los factores más determinantes de la felicidad?

  • La autoaceptación
  • La autonomía
  • La búsqueda de metas orientada a nuestros valores
  • Las buenas relaciones interpersonales
  • La perspectiva optimista y positiva del mundo y con uno mismo
  • El afrontamiento adecuado de los problemas

Los rasgos de personalidad tienen también influencia en nuestra felicidad pues determinan nuestra visión del mundo. La extraversión, afabilidad, apertura y responsabilidad se relacionarían con el bienestar positivo, mientras que el neuroticismo con bajos niveles de bienestar.

Está claro que otros factores como la salud, situación económica adversa, situaciones familiares o de trabajo difíciles, también afectan al bienestar, pero solo afectan negativamente si son muy extremas, así como situaciones muy favorables como la riqueza u otros factores socioeconómicos, afectan positivamente en tanto en cuenta favorecen el acceso a los recursos que permiten el logro de metas significativas. 

La felicidad, entendida como un grado de bienestar subjetivo bueno, la mayor parte del tiempo, es posible si cambiamos las gafas con las que miramos nuestra vida.

Blanca Alcanda, Gabinete de Psicología.

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