Ansiedad

Ansiedad

La ansiedad es una respuesta emocional ante lo que percibimos como una amenaza. En principio, es una emoción adaptativa pues nos prepara para situaciones que podrían tener consecuencias negativas, sin embargo, en ocasiones, estas respuestas se disparan por situaciones que no son un peligro real o está sobredimensionado, generando una respuesta desadaptativa y generalizada que provoca malestar emocional y se extiende a distintas esferas de la vida (personal, social, laboral, etc)

Las personas con trastornos de ansiedad suelen tener preocupaciones recurrentes y con consecuencias catastrofistas que ellos viven como reales, impidiéndoles desarrollar una vida normal y emocionalmente satisfactoria.

Existen distintos tipos de trastorno de ansiedad, pero pueden venir acompañados con ataques de pánico que habitualmente aparecen de forma repentina, provocando reacciones somáticas intensas (taquicardia, visión de túnel, sudoración, mareo, etc.), acorde con las reacciones del cuerpo ante situaciones de alto peligro. La respuesta emocional es miedo, activando la atención e hipervigilancia hacia esas reacciones somáticas (el individuo cree que está sufriendo un ataque al corazón). Estos síntomas, reacciones y respuestas se van retroalimentando, pues la angustia ante el miedo, vuelve a provocar las reacciones somáticas acordes con esta emoción.

Tras el primer episodio se puede activar la preocupación por la posibilidad de volver a experimentar un nuevo ataque de pánico. Ante esta situación puede desarrollar conductas evitativas o agorofóbicas, por temor a una nueva crisis. Estas conductas de evitación impiden que se desarrollen estrategias de afrontamiento y además no logran deshacerse de los estados de alerta, ya que para el individuo es importante asegurarse en todo momento que la crisis de angustia no va a reaparecer. Los contextos agorafóbicos más habituales son: estar alejado de casa, estar solo en casa, uso de algún transporte público, estar en lugares muy concurridos, teatros, museos, ascensores, lugares desconocidos, restaurantes, aulas, etc.

Un trastorno relacionado incluye fobias, o miedos intensos, respecto a determinados objetos o situaciones. Las fobias específicas pueden incluir situaciones como encontrarse con determinados animales o volar en avión, mientras que las fobias sociales incluyen miedo con relación a entornos sociales o lugares públicos.

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por sentimientos o pensamientos persistentes, incontrolables y no deseados (obsesiones) y rutinas o rituales que realizan las personas para tratar de evitar o para liberarse de estos pensamientos (compulsiones). Ejemplos de compulsiones comunes incluyen lavarse las manos o limpiar la casa en exceso por temor a los gérmenes, o verificar algo una y otra vez para detectar errores.

Algunas personas que tienen graves traumas físicos o emocionales, como por ejemplo, los producidos por un desastre natural o un accidente o delito grave pueden experimentar un trastorno de estrés postraumático. Los pensamientos, sentimientos y patrones de conducta se ven seriamente afectados por recuerdos de estos sucesos, a veces durante meses o incluso años después de la experiencia traumática.

Cuando el objeto de la preocupación no es tan restringido como en los casos anteriores  pero la persona tiene múltiples preocupaciones que van cambiando con el tiempo (responsabilidades laborales, el dinero, la salud, la seguridad, etc.) podríamos estar ante un caso de trastorno de ansiedad generalizada. Su evolución es fluctuante y crónica y empeora durante episodios de estrés.

Síntomas Ansiedad

Entre los síntomas de la ansiedad se encuentran:

  • Preocupación excesiva por las cosas cotidianas y problemas para controlar los sentimientos de nerviosísimo
  • Problemas para sentirse relajado, estado de inquietud permanente
  • Problemas de concentración
  • Sorprenderse fácilmente
  • Dificultades para conciliar y/o mantener el sueño
  • Sentimiento de cansancio, dolores de cabeza, musculares, a veces dificultad para deglutir, temblores
  • Irritación y nerviosismo
  • Sudoración, mareo
  • Problemas de digestión y de evacuación

¿Cómo se aborda el tratamiento ansiedad en el gabinete de psicología Blanca Alcanda?

Dependiendo del tipo de trastorno de ansiedad, puede ser preciso un tipo de intervención u otra, en cualquier caso, la psicoterapia cognitivo-conductual es especialmente útil para tratar el trastorno de ansiedad. Le enseña a la persona diferentes formas de pensar, comportarse y reaccionar ante distintas situaciones para ayudarle a sentirse menos ansioso o preocupado. También pueden ser preciso el uso de piscofármacos.

La terapia cognitivo conductual suele utilizar las siguientes técnicas o instrumentos:

  • Psicoeducación para la comprensión del trastorno
  • Técnicas de regulación fisiológica
  • Reestructuración de los pensamientos asociados
  • Exposición y reprocesamiento
  • Técnicas de resolución de problemas

Prevención de recaídas

Plantear protocolo de identificación temprana ante recaídas y técnicas para reconducir la situación